Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)
Carlos Salinas De Gortari
Partido
Revolucionario Institucional (PRI).
Mandato: 1 diciembre 1988 - 1 diciembre
1994
Nacimiento: Ciudad de México, 3 abril 1948
Profesión: Economista
-características de su política interna:
En sus
primeras alocuciones, el flamante mandatario se comprometió a hacer más
transparente la vida política, fortaleciendo la legitimidad del proceso
electoral y modernizando el sistema de partidos, y a lanzar un ambicioso plan
de reformas económicas para vigorizar el anémico crecimiento y acelerar la
reducción de la inflación, que en 1988 registraron las tasas respectivas del
1,1% del PIB y el 52%. Los comentaristas destacaron que con Salinas triunfaba,
por primera vez desde la fundación del partido.
Del
importante nivel que alcanzó el diálogo mexicano-estadounidense dejaron
constancia las numerosas cumbres presidenciales sostenidas por Salinas, doce en
total, con Bush y Clinton. La primera reunión de Salinas como presidente en
ejercicio con Bush tuvo lugar en París el 14 de julio de 1989, su primera
visita oficial a Estados Unidos discurrió del 1 al 6 de octubre del mismo año y
la primera recepción a Bush en casa, en Monterrey y Agualeguas, aconteció el 26
y el 27 de noviembre de 1990. Con Clinton, Salinas intercambió las primeras
citas en Nueva York el 26 de septiembre de 1994, y en el DF y Tlaxcala del 5 al
7 de mayo de 1997.
El
presidente acometió una reforma en profundidad del sistema electoral, y durante
1989 y 1990 el Congreso aprobó diversas enmiendas a la Constitución así como el
nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE).
Entre las innovaciones más significativas de esta ley estaban: la creación del
Instituto Federal Electoral (IFE), que relevó a la Secretaría de Gobernación en
la organización y la supervisión de las elecciones; la actualización del padrón
y la emisión de nuevas credenciales de los electores; y, el establecimiento del
Tribunal Federal Electoral (TFE o TRIFE), encargado de resolver sobre impugnaciones
y de sancionar las violaciones de la ley electoral. En 1993 se dio otro paso
fundamental con la aprobación por el Congreso, el 24 de agosto, de una serie de
modificaciones del régimen electoral. Entre otras, se abolió la denominada
cláusula de gobernabilidad y se limitó el máximo de escaños que un partido
podía obtener al 65% del total, independientemente del porcentaje de votos. Con
ello, se impedía que un partido en solitario pudiera sacar adelante reformas
constitucionales. Asimismo, se amplió el número de senadores de 64 a 128,
cuatro por cada estado. La asignación del cuarto de ellos al primer partido
minoritario de cada estado tenía como objetivo aumentar la representación no
priísta en el Senado.
-características de su política exterior:
Desde que
Carlos Salinas de Gortari asumió la Presidencia de la República, el discurso y
las acciones gubernamentales en materia de política exterior se han
caracterizado por un cambio importante en lo que hasta ahora había sido
considerado como una “tradición” en la actuación internacional de México.
La
política exterior de la actual administración ha sido calificada por diversos
sectores como pragmática y con una tendencia a alejarse cada vez más del
nacionalismo. El elemento fundamental que ha estado en el centro del debate es
la relación establecida con Estados Unidos y más concretamente el proceso de
negociación para la firma de un Acuerdo de Libre Comercio, en el cual se ha
planteado claramente que México se integrará con la economía norteamericana.
Por su parte, el Ejecutivo se
asume
como el auténtico intérprete de los preceptos constitucionales y sostiene la
necesidad de retomar lo que considera las aspiraciones originales del
movimiento revolucionario de 1910. Desde su perspectiva, la crisis económica ha
demostrado que el Estado no ha cumplido con el propósito original plasmado en
la Constitución, esto es, asegurar la justicia social. La crisis condujo, según
esta visión, a una disminución en los márgenes de negociación con el exterior y
a un deterioro de las posibilidades del ejercicio de la soberanía nacional.
-su participación en el levantamiento indígena de
Chiapas (EZLN):
Ese día
se alzó en armas en el selvático estado de Chiapas el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN), el cual, dirigido por el carismático y enigmático
Subcomandante Marcos, reveló al mundo y al propio México que la euforia liberal
del salinismo había dejado intactos, si no los había acentuado, muy graves
problemas característicos del Tercer Mundo, con la pervivencia de grandes
bolsas de pobreza extrema y flagrantes situaciones de injusticia social en
estados olvidados donde los poderes públicos, los terratenientes y las
organizaciones criminales campaban sin arreglo a la ley ni control de ningún
tipo. El presidente apostó primero por acallar a los zapatistas manu militari,
pero pronto cambió de estrategia al comprender que un aplastamiento sin
contemplaciones de Marcos y sus hombres tendría un coste político enorme, a
nivel doméstico e internacional.
El 12 de
enero, al cabo de dos semanas escasas de combates que dejaron varios cientos de
muertos y otros tantos millares de heridos entre guerrilleros, soldados y
civiles, así como alrededor de 60.000 campesinos desplazados de sus hogares, el
Ejército inició un precario alto el fuego. El 2 de marzo, el comisario federal
para la Paz y la Reconciliación en Chiapas nombrado por Salinas, Manuel Camacho
Solís, hasta entonces secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno, y
Marcos sellaron en San Cristóbal de las Casas con la mediación del obispo
local, Samuel Ruiz García, un acuerdo de principio sobre 34 medidas políticas y
económicas en torno al reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas
–que componían la cuarta parte de la población del estado-, la reforma estatal
y la mejora de las condiciones de vida de los sectores marginados. Hasta el
final del mandato de Salinas imperó una relativa calma en Chiapas, pero los
problemas de fondo siguieron intactos por la escasa voluntad gubernamental de
tratarlos. El conflicto chiapaneco, aunque con las armas acalladas, continuó
intacto.
-Partidos de oposición y los procesos electorales, IFE/INE:
El 4 de
octubre de 1987 Salinas cesó como secretario de Programación y Presupuesto al
ser destapado, esto es, personalmente e inapelablemente seleccionado por de la
Madrid como el candidato del oficialismo para las elecciones presidenciales de
julio de 1988, imponiéndose sobre otros dirigentes que, se había creído,
contaban con buenas posibilidades de ser agraciados por el célebre procedimiento
vertical del dedazo. Eran los casos de Alfredo del Mazo González, ex gobernador
del estado de México y actualmente secretario de Energía, Minas e Industria
Paraestatal, Manuel Barlett Díaz, secretario de Gobernación (Interior), y Ramón
Aguirre Velásquez, jefe del Departamento (Gobierno) del Distrito Federal. De
manera meramente ritual, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), máxima instancia
directiva del PRI, formalizó la designación de Salinas.
Tan sólo
días después del destape de Salinas se produjo el hundimiento de la bolsa
mexicana y el arranque de una espiral inflacionista, obligando al equipo
económico del Gobierno a adoptar medidas de control y austeridad consistentes
en el reajuste a la baja del tipo de cambio del peso, la congelación de
salarios, tarifas y precios, y la reducción de la gigantesca plantilla federal
de funcionarios. El año terminó registrando una inflación promedio del 160%.
La noche
de la elección, los datos que liberaba la Comisión Federal Electoral por medio
del secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz se interrumpieron en el
sistema de cómputo. A las 20:00 horas del mismo día, se presentaron en la sede
de la Secretaría de Gobernación los candidatos Manuel Clouthier, Cuauhtémoc
Cárdenas Solórzano y Rosario Ibarra denunciando la ilegalidad del proceso. En
los días posteriores a la elección se realizaron diversas manifestaciones que
expresaban el descontento por la manera en que se llevó a cabo la elección.
-Economía:
acuerdos:
Salinas
inauguró un nuevo concepto del crecimiento económico nacional que orientaba la
producción hacia fuera, a la exportación, en detrimento de la
industrialización. En la liberalización comercial, en el desarme arancelario a
gran escala, iba a fundar, pues, México, sus perspectivas de progreso, y en
primer lugar, el presidente apostó duro por la inclusión de México en el área
de libre comercio ultimada por Canadá y Estados Unidos, país que por sí solo
concentraba el 73% de todos los intercambios de México con el exterior. Este
histórico despegue del área latinoamericana para unirse a la Norteamérica rica
y anglosajona desembocó en la firma por Salinas el 17 de diciembre de 1992, a
la vez que lo hacían, cada uno en su país, el presidente George Bush y el
primer ministro Brian Mulroney, del Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN, o NAFTA en su sigla en inglés), por el que los tres países
asumían un cronograma para la eliminación de todos los aranceles al comercio
trilateral en un plazo de diez años a partir del primer día de 1994. Si todo
iba bien, en 2004 el TLCAN debía estar plenamente operativo.
Salinas
explicó que las privatizaciones convenían al país a efectos de ingresos en la
caja del Estado, ganancias que luego el Gobierno destinaría a abonar la deuda
interna y a costear las necesidades sociales, pero la gigantesca operación
produjo unos réditos incluso mayores de los esperados: sólo en 1991 el Estado
recaudó 10.700 millones de dólares por ese concepto. Al final del mandato de
Salinas, más del 90% del parque empresarial del país tenía dueños privados,
quedando como únicas excepciones relevantes la Comisión Federal de electricidad
(CFE) y el emblemático monopolio Pemex, el cual, no obstante, tampoco salió
indemne de la avalancha de liberalizaciones, ya que, a través de la Ley
Orgánica de Petróleos Mexicanos y Organismos Subsidiarios (julio de 1992),
empezó a estructurarse como holding corporativo, asumiendo criterios de
eficiencia y racionalidad, dotándose de una estructura divisional (las
subsidiarias de Exploración y Producción, de Refinación, de Gas y Petroquímica
Básica, y de Petroquímica) y abriéndose a la inversión privada extranjera según
el esquema de franquicias.
Salinas
vigiló atentamente toda posibilidad que permitiera a México adherirse a las
iniciativas emergentes de la nueva economía globalizada. Con el propósito de
diversificar en lo posible la clientela comercial, México fue el primer país
latinoamericano que ingresó en la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC),
en el escenario de la I Reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la
organización celebrada en Seattle el 19 y el 20 de noviembre de 1993, mientras
que la admisión, el 18 de mayo de 1994, en la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE), exclusivo club del capitalismo internacional
que hasta entonces no había extendido la membresía a ninguno de los
categorizados como nuevos países industrializados, le permitió identificarse
con el primer mundo económico, no obstante continuar México anclado entre los
países de desarrollo medio.La prioridad del TLCAN no fue a costa, empero, de
los tradicionales vínculos con los estados de América Central y el Sur; antes
al contrario, éstos se renovaron, aunque desde una perspectiva más desideologizada
y comercial. El 10 de enero de 1991 Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de
Chiapas, acogió una cumbre entre Salinas y los cinco presidentes
centroamericanos que significó el relanzamiento del protagonismo de México en
la región y que preparó el acuerdo, firmado por los cancilleres en Managua el
20 de octubre de 1992, sobre la creación de una zona de libre comercio a seis.
-Social: programas asistenciales, Educación, cultural,
relación iglesia/estado:
Los
programas de desarrollo social en México han sido muy importantes para atacar
la pobreza. Uno de ellos fue el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL)
surgido en 1988 y concluido en 1994. Los primeros cuatro años formó parte de la
Comisión del Programa Nacional de Solidaridad, pero luego se integró a la
Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), que reemplazó a la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE). Al igual que otras estrategias
anteriores, Solidaridad pretendió combatir la pobreza extrema, por lo que se
unieron esfuerzos del gobierno y los grupos sociales a los que atendería. En un
principio, el objetivo era responder a las demandas de servicios básicos para
la familia; luego se vio la necesidad de abarcar otros aspectos y se amplió a
proyectos productivos que también sirvieran para impulsar el bienestar
familiar. La estrategia consistía en que el gobierno proporcionaría materiales
y asesoría a la población beneficiada, mientras ésta cooperaría con mano de
obra. Así se crearon los Comités de Solidaridad, integrados por representantes
de cada comunidad. Para 1994, esos comités ya sumaban 250 mil. Además se
capacitó a más de 228 mil vocales de control y vigilancia.
La
disposición de Salinas al diálogo con los actores de la sociedad civil se
expresó en novedades tales como el Pacto para la Estabilidad, la Competitividad
y el Empleo (PECE), suscrito el 20 de octubre de 1992 a modo de actualización
del Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico del 12 de diciembre de
1988, y en la normalización, mediante la reforma de cinco artículos de la
Constitución y la promulgación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto
Público, de las relaciones con la Iglesia (o las iglesias, no sólo la
católica), que fue reconocida como sujeto jurídico y vio restituidos los bienes
raíces que le habían sido expropiados. Una vez transformado el marco legal,
México estableció relaciones diplomáticas con la Santa Sede el 21 de septiembre
de 1992. Con este cambio histórico, que zanjó una situación arrastrada desde la
sangrienta guerra cristera de 1926-1929, el Estado mexicano mutó su
anticlericalismo y su agnosticismo militante por una definición de
aconfesionalidad que salvaguardaba la libertad de cultos y, con algunas
condiciones, la enseñanza a cargo de las congregaciones religiosas.
De 1982 a
1992 fueron años de tensiones, exploraciones, aprendizaje y cambios por parte
de los gobiernos. De parte de la sociedad fue el tiempo de la reivindicación
democrática: la opinión pública se volvió más crítica de la actuación
gubernamental, las iniciativas de individuos y grupos lograron una mayor
independencia respecto de las obligadas organizaciones oficiales de
representación de intereses, aprendiendo a encontrar soluciones más efectivas
sin invocar la benévola o coactiva presencia estatal; se avanzó en dar forma a
un sistema competitivo de partidos y se redescubrió y valoró el ámbito privado,
despuntando un incipiente cultura de la ciudadanía.
Por su
lado, el gobierno llevó a cabo un esfuerzo sistemático por sanear las finanzas
públicas, para lo cual revisó y restringió la intervención estatal mediante la
liquidación y venta de empresas públicas, cancelación de programas, reducción
del gasto público, buscando introducir estrategias alternativas de atención a
los agravados problemas sociales. No obstante, la debacle fiscal de 1982, en
conjunción con medidas políticas y económicas, muchas de ellas desacertadas, de
una presidencia desprestigiada provocó el enjuiciamiento del sistema político
mexicano. A diferencia de otros dramáticos percances del pasado, la insolvencia
fiscal del Estado y la consecuente parálisis de la economía ya no fue
interpretada pacientemente como simple torpeza del gobierno en la formulación y
gestión de la política económica. La reivindicación de la "democracia sin
adjetivos" de parte de una sociedad "agraviada" por el trato
gubernamental fue el estado de ánimo y el programa de acción de esos años.
el
Partido Revolucionario Institucional presentó una iniciativa de reformas a los
artículos 3, 5, 27, 28 y 130 de la Constitución. Las reformas, apoyadas por una
abrumadora mayoría de diputados y senadores del Congreso electos por los tres
principales partidos políticos de México (Partido Revolucionario Institucional,
Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática) modificaron de
manera radical los términos de la relación con las iglesias, especialmente con
la católica. El siguiente paso ocurrió cuando se reanudaron, luego de más de un
siglo de estar interrumpidas, las relaciones diplomáticas entre México y la
Santa Sede para dar paso, finalmente, a la promulgación de nuevas leyes
reglamentarias de las relaciones Estado-iglesias.
Carlos
Salinas fue, en este sentido, el primer presidente mexicano en recibir al Santo
Padre Juan Pablo II en su condición de Jefe del Estado Vaticano, durante la
tercera visita a México del pontífice en el estado de Yucatán, el 11 y 12 de
agosto de 1993, siendo testigos Mons. Manuel Castro Ruiz, Arzobispo de Yucatán
y Dulce María Sauri Riancho, Gobernadora del Estado de Yucatán.
La nueva
legislación otorga personalidad jurídica a las iglesias y devolvió parcialmente
los derechos políticos a los así llamados «ministros de culto», que ahora
pueden votar. Sin embargo, la legislación mexicana aún desconoce el derecho de
los ministros de culto a ser votados, además de que impone mecanismos muy
restrictivos para el ingreso de personal religioso extranjero a México. La
personalidad jurídica de las iglesias está limitada también en lo que hace a su
capacidad para ser propietarias de bienes inmuebles y especialmente para ser
propietarias u operar medios de comunicación electrónicos.
Salinas
ha expresado en fechas recientes su insatisfacción con los resultados de la
reforma, aunque nunca ofrece detalles del porqué de su insatisfacción por lo
que observadores de la política mexicana estiman que se trata de una manera de
admitir errores y evitar aparecer como intransigente ante la opinión pública
del país que le reclama la insensibilidad con la que desarrolló algunas de sus
políticas y, sobre todo, el descuido que él mismo admite tuvo al permitir que
su hermano Raúl violara flagrantemente las leyes del país.
-Personajes sobresalientes y su actuar durante su gobierno:
-Guillermo
Ortiz Martínez
- Luis
Donaldo Colosio Murrieta
-Miguel
de la Madrid
-Beatriz
Paredes
En las
elecciones actuó de manera incorrecta ya que el sistema de votos se callo y
misteriosamente el gano, posteriormente hizo algunas mejoras como fueron
presentadas pero igual hubo muchas cosas malas en su gobierno ya que la
inflación subió pero su aporte se enfoco mas en lo económico fue de los pocos
políticos del PRI en tener un poco de éxito pero de allí en mas hubo muchos
percances en su gobierno.
Referencias:
*Abella. G. (s.f). La política exterior de México en el gobierno de Carlos Salinas. recuperado el 01 de mayo de 2021 en: http://www.revistas.unam.mx/index.php/rmcpys/article/download/51100/45814
*CIDOB. (2018). Carlos Salinas de Gortari. Recuperado el 01 de junio de 2021 en: https://www.cidob.org/biografias_lideres_politicos/america_del_norte/mexico/carlos_salinas_de_gortari
*Revista. (s.f). Solidaridad. Recuperado el 02 de junio del 2021 en: http://201.175.23.5/cursos/mexico/contenidos/recursos/revista/2_7.htm
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